Todos los días, desde primera hora del día, doña Mercedes Aldaco sale en su silla de ruedas a las calles de Torreón con la esperanza de que todos los jugos que carga en una hielera de unicel se le vendan y así poder ganar dinero con el cual comprar su comida.
Fue hace más de 10 años que doña Mercedes perdió su pierna izquierda a causa de un intenso cáncer de hueso que le dio, enfermedad que, aunque fue tratada a tiempo, requirió de una gran inversión de dinero para poder llevar a cabo las quimioterapias y cirugías necesarias.
A raíz de esta terrible situación, los gastos en la casa de los Aldaco han incrementado grandemente, por lo cual doña Meche, como comúnmente se le conoce a esta mujer, se dedica a vender jugos naturales día tras día, los cuales ella misma prepara desde las cuatro de la mañana.
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Además de ofrecer jugos, a todo aquel que se le acerca a comprarle, la afectada les comenta que está en busca de un empleo formal y estable, ya que su intención es lograr ayudar económicamente a su hijo, con quien vive desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, la respuesta que siempre recibe es negativa: Doña Meche es discriminada constantemente porque tiene una discapacidad motriz; problema que no solamente tiene ella sino miles de personas alrededor de todo el país.
“Considero que falta una mayor inclusión de las personas con discapacidades en el empleo formal, batallamos para encontrar trabajo nos ven como deshecho cuando somos personas responsables y productivas’, expresó con tono decepcionado.
Pese a todas las adversidades que le ha presentado la vida, la sra. Mercedes Aldaco no se rinde y diariamente sigue saliendo a las calles de la colonia Valle Dorado de Torreón a vender sus jugos naturales, con la certeza de que el siguiente día le irá aún mejor que el anterior.
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