A exactamente nueve meses de que Ramón Flores Garza asesinara a su entonces esposa, María del Rosario Colunga Palafox, finalmente se le dictó sentencia: el feminicida tendrá que cumplir una pena de 40 años en prisión.
El pasado 18 de febrero la noticia de que una mujer fue encontrada sin vida, envuelta en bolsas y escondida en el clóset de su propia casa durante más de un mes, retumbó en todos los rincones de Monclova.
Y es que dicha escena parecía sacada de una película de terror, pues sin piedad ni remordimiento alguno el cínico asesino día tras día rociaba su cuerpo con diferentes químicos para evitar que los olores fétidos delataran su crimen.
Dicha condena le fue impuesta luego de que en juicio el mismo Ramón aceptará su culpabilidad, esto no por la culpa que sentía, sino con la única intención de negociar la pena que tendría que cumplir tras las rejas; la cual fue negada por el juez.
El hoy preso tenía un largo historial de denuncias en su contra, las cuales fueron interpuestas por la misma María del Rosario, quien en numerosas ocasiones lo acusó de violentarla físicamente; sin embargo, “al finalizar el día”, la mujer siempre decidía retirar los cargos en su contra y lamentablemente el día de hoy está muerta.
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UNA ESCENA DIGNA DE PELÍCULA DE TERROR
De acuerdo a la información recabada en su momento, María del Rosario era una mujer de 54 años de edad que vivía junto a su pareja en la calle 16 de Septiembre en la colonia Las Flores de Monclova.
Pese a que la hoy occisa ya había denunciado en repetidas ocasiones y a que los vecinos eran testigos de los constantes abusos físicos y psicológicos que el esposo efectuaba contra su pareja, María nunca se atrevía a platicarle a nadie sobre el infierno que vivía dentro de su casa.
Fue una triste y fría tarde de febrero que, impulsado por el coraje y furia, Ramón tomó un bate y golpeó a su entonces esposa hasta finalmente matarla.
Preso del miedo, el hombre escondió el cadáver en el clóset y lo rociaba con pinol, cloro y vinagre para disimular los olores, pero esto no fue suficiente ya que poco después del mes de haber cometido estos hechos los vecinos comenzaron a sospechar sobre lo sucedido.
Fueron los mismos habitantes de la calle quienes alertaron a las autoridades de la Policía Civil de Coahuila sobre la ausencia de María del Rosario, ya que tenían muchas semanas sin verla, por lo cual solicitaron al intervención de los elementos para saber qué pasaba al interior del hogar.
Fue en este ‘cateo’ que los policías encontraron el cuerpo sin vida de la mujer, dando inicio a esta historia local la cual no podrá ser olvidada por muchos años debido a la magnitud de sus hechos.
