A casi un año de que el primer hospitalizado por COVID-19 ingresara a las instalaciones de la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social, finalmente se llegó la fecha en la que el personal ha tenido que comenzar a elegir a quién sí atender y a quién no.
Esto fue confirmado por el paramédico monclovense Gustavo Rico, quien desde el inicio de la pandemia ha trabajado en el sector privado en el negocio de Tecnología en Seguridad y Emergencia.
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“Ya nos comentaron del IMSS que tratemos de hacer una selección de pacientes críticos y no críticos por el sobrecupo que hay, esto no se aplicaba antes y aparte nosotros somos particulares, si el paciente pide ser trasladado, lo tenemos que hacer”, evidenció.
Lo anteriormente escrito fue la declaración brindada por el paramédico, quien precisó que la situación se ha vuelto realmente critica durante el mes de enero del 2021, alcanzando un nivel tan complicado que su plantilla laboral ha tenido que ser duplicada.
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“Es el pico más grande que hemos tenido de trabajo en lo que lleva de la pandemia, antes se hacían 5 traslados por día y ahora hacemos hasta 10 o 12 diarios”, compartió Gustavo Rico.
El trabajador de la salud también comentó que él personalmente se ha preocupado ante la solicitud que se les hizo ya que reveló que de la mayoría de pacientes que trasladan son casos críticos que saturan oxígeno en un 40 o 50 por ciento.
