El pasado domingo 7 de marzo, las autoridades de Austria anunciaron que dejarían de inyectar a sus ciudadanos con la vacuna de AstraZeneca anticovid, o al menos las dosis que se encontraban en un lote del mismo fármaco.
La decisión fue tomada luego de que una mujer de 49 años falleciera diez días después de haber sido inmunizada, aunque no se tienen pruebas de que la mujer hubiera fallecido por dicho compuesto.
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Lo que si se dio a conocer fue que la mujer falleció diez días luego de que se le administrara el fármaco debido a que contaba con un grave trastorno de coagulación y era enfermera en el Hospital de Zwettl.
No obstante, ella no fue el único caso, pues una de sus compañeras también presentó un efecto secundario grave, cuando presentó una embolia pulmonar luego de ser inmunizada.
Aunque se explicó que no había relación entre las dos muertes, las autoridades locales decidieron no aplicar las dosis que venían en el mismo lote de vacunas que provocó la muerte de la primera mujer.
Por otro lado la BASG continúa haciendo investigaciones para determinar si existe relación entre ambos fallecimientos y el fármaco, pero de no haberla, seguirán aplicando la vacuna de manera normal.
