Sin importarle que fuera su misma sangre, un hombre le arrebató la vida a su propio hijo por romper un vidrio. El fatal desenlace se registró el pasado febrero de 2020.
Después de un año y cuatro meses, Mario “N”, fue encontrado culpable del asesinato del joven identificado como Omar “N”, de 26 años de edad, por ello recibió una sentencia condenatoria de 10 años en prisión.
De acuerdo a los hechos, el pasado 20 de febrero, Omar se encontraba afuera de un domicilio ubicado en la calle Guadalupe, cuando llegó su papá y le reclamó sobre unos vidrios rotos.
En plena discusión, Mario sacó un arma de fuego de entre su ropa y le disparó a su propio hijo en las piernas. Horas más tarde, el joven fue hallado sin vida en su casa en el municipio de Silao, Guanajuato.
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