Luego de que Jessica Johanna Oseguera González “La Negra”, hija del líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oceguera Cervantes El Mencho fuera sentenciada a dos años y medio de prisión en Estados Unidos, su defensa buscó a toda costa reducir el dictamen de la jueza.
La defensa de La Negra envió cartas a la jueza asignada a su caso, Beryl A. Howell, en las que la acusada, su madre y su hijo mayor le pidieron clemencia. En los tres escritos la hija del líder del cártel detalló de lo que estaba padeciendo en prisión y lo que ha significado estar separado como familia.
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El 11 de junio la hija Nemesio Oceguera Cervantes El Mencho fue enviada a una prisión estadounidense luego de la jueza la sentenció a dos años y medio, menos de los cuatro años que la Fiscalía de EU pidió como pena.
Días antes, el 18 de mayo, tras declararse culpable de tener relaciones financieras con 5 empresas vinculadas al CJNG, con su puño y letra aceptó su “completa responsabilidad” y dijo estar “muy arrepentida”.
“Entiendo la magnitud de mis acciones, me arrepiento de lo que hice. He aprendido mi lección y nunca lo repetiré en el futuro”, dijo.
Su estancia en prisión
“Sin visitas familiares, falta de servicios básicos como lavandería o cuidado del cabello y sin recreación exterior por más de un año debido al covid-19 hace que la encarcelación sea casi intolerable (…) yo sola trato de mantenerme ocupada, pero hay muchas veces que me quebranto. Me encuentro hablándole a mis fotografías y conmigo misma. A veces siento que voy a perder mi mente (…) estar sola me ha hecho sentir triste y enojada conmigo misma por las decisiones que he tomado (…) “Esta ha sido una de las experiencias más duras de mi vida. He estado separada de mis hijos (…) es por esto que hoy pido perdón, y sin duda alguna, me arrepiento de todo lo que he hecho.”
Problemas de salud.
“Por primera vez en mi vida, comencé a tener problemas con mis tiroides. (…) y no sé si estos problemas fueron ocasionados por el estrés de estar encarcelada sola 23 horas al día. No tuvimos acceso a cortauñas hasta octubre de 2020. Tenía que usar las esquinas de mi cama como lima de uñas. Al principio no estaban haciendo nuestra lavandería. No pudimos cambiar nuestras sábanas o toallas por dos o tres semanas”.
Una sentencia en su contra.
“Le pido, su señoría, que tenga piedad con mi sentencia. Sé que he cometido un error pero he aprendido del mismo y nunca lo repetiré (…) me siento apenada y siento que le he fallado a mi madre y a mis hijos porque ocasioné nuestra separación. Yo les dije que nunca me separaría de ellos”.
Con información de Milenio
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