La Unidad de Inteligencia Financiera, mejor conocida como la UIF, inició un investigación abordando las presuntas anomalías respecto a los nuevos casos de empresas “fantasma”, las cuales fracturaron a la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Fueron $62 millones de pesos lo que hizo que las autoridades pusieron el ojo sobre la UANL.
Las compras de papelería, equipo de oficina y electrónicos por parte de la institución a las firmas Formas Futuras SA de CV y Bond Business SA de CV, con domicilio en una modesta casa del centro regio, fueron reveladas ayer por ABC Noticias. Además de compartir domicilio fiscal, las dos compañías mantuvieron a la UANL como su principal cliente entre 2018 y 2020 y, paralelamente, se hicieron facturaciones millonarias entre ellas mismas.
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Fuentes de la UIF estatal, que encabeza Bernardo González, dijeron que iniciaron una investigación para indagar cuántos empleados tienen dos empresas registrados en el IMSS, corroborar su domicilio fiscal y saber quiénes son sus socios.
El caso se suma a la investigación que la UIF ya había iniciado sobre las empresas Dijovi, Jovi Tech y Jovi Solution, también presuntamente “fantasmas”, que facturaron otros $48 millones de pesos a la UANL entre 2017 y 2020.
A estas tres firmas ya les habían solicitado su contabilidad, se reveló. Las cinco empresas presuntamente “fantasmas” identificadas hasta ahora facturaron a la UANL en total $110 millones de pesos del 2017 al 2020.
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