El contexto actual de la contingencia sanitaria ha restado credibilidad a las instituciones gubernamentales de salud, por lo que, ahora la población mexicana ha optado por confiar en los servicios privados de atención médica que en los públicos.
Ejemplo de ello, es que las personas confían más en el Dr. Simi y sus farmacias, que en otros centros de atención. Lugares como Farmacias Similares, Farmacias del Ahorro, Doctor Descuento, Benavides, entre otras, pasó de 13 a 20 por ciento en cantidad de asistencia.
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Es que no es para menos, ya que la atención debido al COVID-19, ha sido sesgada en ámbitos de atención al ciudadano, y dicha responsabilidad no recae completamente en el personal de salud, ya que la atención es bilateral.
La causa es el aumento de instalaciones y manos que deben ponerse a disposición de aquellos que más lo necesitan, ejemplo, las personas contagiadas del virus.
No es que se tome como prioridad mínima a las otras enfermedades, sin embargo, es bien sabido que no se le puede dar el mismo tratamiento a un contagio COVID a alguien con otro tipo de síntoma.
Es relevante que las personas vuelvan a confiar en los centros de salud públicos, sin embargo, desde antes de la cuarentena ya presentaba falencias en su sistema de atención a la población. Ahora bien, aunado con el virus actual, es difícil que se retome la atención a como era antes.
Es una noticia agridulce, ya que, si bien las personas están perdiendo la fe en la administración de salubridad actual, personas como los doctores de las farmacias antes mencionadas se verán beneficiados.
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