Al menos 34 personas, entre ellos 23 niños, perdieron la vida después de que un ex policía abriera fuego en una guardería en Tailandia.
El ataque se produjo en la provincia de Nong Bua Lamphu, en el noreste del país, el agresor mató luego a su familia y se suicidó.
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El atacante, que la policía identificó como Panya Kamrab, de 34 años, entró en la guardería donde disparó y apuñaló indiscriminadamente a niños y adultos antes de darse a la fuga. Por el momento, no se conocen los motivos del ataque.
Al parecer, el ex agente había sido despedido el año pasado por consumo de estupefacientes, según la cadenas televisivas tailandesas.
Kamrab llegó al recinto después de la hora del almuerzo y empezó a ponerse nervioso al no encontrar allí a su hijo, según la policía.
Primero abrió fuego “contra cuatro o cinco funcionarios de la guardería“, según explicó una testigo que trabajaba cerca.
“Al principio la gente pensaba que eran fuegos artificiales”. Al parecer, el agresor entró luego en una habitación en la que los niños estaban durmiendo.
Poco después, Kamrab se subió a su camioneta y arremetió con el vehículo contra un grupo de peatones.
“Intentaba chocarse con otros en la carretera. Embistió contra una moto y dos personas fueron heridas. Yo tuve que acelerar para alejarme de él”, aseguró otro testigo, que el atacante, quien era conocido en la zona por su drogadicción, conducía de forma errática.
Entre las víctimas hay al menos 23 niños, según informó un oficial de las fuerzas de seguridad de la provincia de Nong Bua Lamphu.
La víctima más joven tendría tan solo dos años. También hay 12 heridos.
El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, envió sus condolencias a las víctimas y sus familias de este suceso que ha calificado de “estremecedor”.
Con información: Melissa Solis Reportera Digital.
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