Ha comenzado la Semana Santa, la fiesta más importante del cristianismo y el momento en el que la religión católica conmemora los últimos días de la vida de Jesucristo.
Uno de los día que destacan de la Semana Mayor es el Jueves Santo, día que abre el Triduo Pascual, periodo durante el cual la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y constituye el momento central del año litúrgico.
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El cristianismo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, el lavatorio de pies y la oración en el huerto de Getsemaní durante el Jueves Santo.
Según relata la Biblia, en la Última Cena Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos antes de su muerte, asimismo, fue en este momento cuando les advirtió que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que se trataba de Judas Iscariote.
De igual manera, los Evangelios narran que durante esta reunión Jesús realizó un lavatorio de pies a sus discípulos, un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás.
Sin embargo, el momento más relevante de la Última Cena es la institución de la Eucaristía, uno de los siete sacramentos para la iglesia católica.
Según las escrituras en la Biblia, Jesús tomó el pan, lo partió y lo repartió entre sus discípulos diciendo: “Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”.
Seguido de esto tomó un cáliz lleno de vino y dijo: “Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. De esta manera concluyó: “Haced esto en conmemoración mía”.
Asimismo, en Latinoamérica y especialmente en México, se celebra con la “Visita de las 7 Casas”, una práctica religiosa católica que consiste en visitar siete iglesias o templos diferentes la tarde del Jueves Santo, como una forma de reflexionar sobre la Pasión y Muerte de Jesucristo.
La tradición detalla que se visitan siete iglesias, porque este número simboliza los siete momentos en los que Jesús derramó su sangre durante la Pasión, se refiere a cuando fue flagelado, coronado de espinas, clavado en las manos y los pies, y por último herido en el costado con una lanza.
Aunado a estas ceremonias, siguiendo la tradición católica, los altares y figuras religiosas de los templos deben ser tapados el Jueves Santo con una manta de color oscuro, principalmente, morada, como símbolo de “luto” por la pasión de Cristo.
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