El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó sobre los peligros del calor extremo y los incendios en el Mediterráneo, que pueden provocar diversas enfermedades. El estrés térmico aumenta el riesgo de infartos y enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales y mentales. Recomendó medidas sensatas como quedarse en casa durante las horas más calurosas y mantenerse hidratado.
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Tedros instó a establecer sistemas de alerta temprana y estrategias para proteger a grupos vulnerables, como trabajadores al aire libre y enfermos crónicos. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es esencial para proteger la salud, los ecosistemas y las economías. Las comunidades afectadas por conflictos y vulnerables son especialmente susceptibles a los efectos del calor extremo en el acceso al agua potable y medicamentos básicos.
La reciente oleada de incendios en países como Argelia, Italia, Túnez y Grecia ha causado cuarenta muertes y evacuación de miles de personas. El verano pasado, aproximadamente 61 mil personas murieron en 35 países europeos debido al calor extremo, según un informe de la OMS, marcando la urgente necesidad de proteger el planeta y adaptarse a estos eventos climáticos extremos.
