Un estudio que abarcó a más de 23 mil individuos destacó la relación entre el insomnio y el incremento en el consumo de alcohol y tabaco. Muchos desconocen que el descanso adecuado es crucial para una vida saludable y que su omisión puede traer consecuencias a corto y largo plazo.
La Universidad de Helsinki publicó un análisis en Chronobiology International, donde se revela que el hábito de trasnochar se asocia con mayor ingesta de alcohol y sustancias. A lo largo de 37 años, se monitoreó a 23,854 personas, buscando determinar si las preferencias de actividad matutinas o nocturnas impactan en la tasa de mortalidad.
Aunque la correlación es modesta, se observó un leve aumento (9%) en la mortalidad general en personas con preferencia nocturna, en comparación con las de hábitos matutinos, en adultos finlandeses seguidos durante 37 años.
El estudio señala que esta relación no se debe tanto al cronotipo, sino más bien a un mayor consumo de alcohol y tabaco entre los noctámbulos. Específicamente, se observó un aumento en mortalidad por enfermedades relacionadas con el alcohol y en cánceres respiratorios.
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La falta de sueño no solo afecta a nivel físico, sino también a la conducta y el estado emocional. Después de una noche de descanso deficiente, experimentamos irritabilidad, fatiga y dificultad para concentrarnos. Si esto persiste, puede afectar la capacidad de aprendizaje, la atención y el rendimiento laboral, así como predisponer a problemas de ansiedad y depresión. Además, afecta el metabolismo y puede llevar a condiciones prediabéticas.
Por tanto, este estudio subraya la necesidad de priorizar un sueño adecuado, especialmente entre los jóvenes, para mantener una salud óptima y prevenir el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
