Desde el 7 de octubre de este año, casi 18 mil palestinos han muerto en bombardeos israelíes, incluyendo más de 7 mil niños y niñas, por lo que organizaciones palestinas y activistas han convocado a una huelga mundial este lunes 11 y martes 12 de diciembre exigiendo un alto el fuego inmediato en Gaza, ciudad que ha sido devastada por más de dos meses de bombardeos.
El llamado al movimiento global surge mientras Israel sigue adelante con su ofensiva y después de que Estados Unidos bloqueará los esfuerzos internacionales para detener los combates, al vetar una iniciativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para poner un alto al fuego, la cual disfrutaba de un amplio apoyo internacional, e incluso aprobar una venta de emergencia de munición de tanques a Israel por valor de 100 millones de dólares.
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Israel argumenta que está atacando a los combatientes de Hamas que llevaron a cabo un ataque en su territorio el 7 de octubre cuyo saldo fue la muerte de más de mil personas, sin embargo, las cifras de civiles ejecutados a rebasado la de cualquier otro conflicto armado en la historia moderna, recibiendo fuertes criticas e indignación internacional ya que el ejército israelí es considerado uno de los más preparados del mundo, con apoyo anual en billones de dólares por parte de Estados Unidos y tecnología de última generación que se supone puede incluso identificar a sus objetivos mediante inteligencia artificial.
Los intensos combates continúan en toda Gaza, incluidas escuelas, refugios, edificios de apartamentos, hospitales y recintos religiosos, ubicados en el devastado norte, y el sur de la franja, la cual había sido denominada como “segura” por el gobierno de Israel, incluso demandando a los civiles a desplazarse hacia esta zona, con lo que casi el 85% de los 2.3 millones de personas dentro del asediado territorio han sido desplazados, sin embargo según las agencias de Naciones Unidas no hay un lugar seguro donde huir.
Aunado a esto, en buena parte del territorio los palestinos enfrentaban una grave escasez de comida, agua, medicina y otros productos básicos.
Ante dichas circunstancias, y con protestas civiles llevadas a cabo en todo el mundo exigiendo un alto al fuego, Estados Unidos sigue brindando un apoyo vital a la ofensiva israelí, pues el 8 de diciembre vetaron una iniciativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para detener los combates, que había sido aprobada por el voto de la mayoría de los países del mundo, además de aprobar una venta de emergencia de munición de tanques a Israel por valor de 100 millones de dólares.
Fue el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien la semana pasada recurrió a un poder poco utilizado para pedir un cese el fuego, mencionando “enfrentamos un grave riesgo de colapso del sistema humanitario… La situación se está deteriorando con rapidez hacia una catástrofe con implicaciones potencialmente irreversibles para los palestinos en su conjunto y para la paz y la seguridad en la región”.
Para impedir que el genocidio del pueblo palestino continúe, se ha lanzado un llamado en redes sociales para que las personas de todo el mundo participen en una huelga global que involucre “todos los aspectos de la vida pública” como forma de expresar solidaridad y pedir el fin de los bombardeos israelíes.
La huelga global tendría lugar el lunes 11 y martes 12 de diciembre, instando a la gente a faltar a la escuela y al trabajo, así como abstenerse de salir a restaurantes, bancos y tiendas, ni realizar transacciones o compras en línea.
En una publicación de Instagram, la periodista palestina Bisan Owda, quien se ha vuelto representante de la lucha palestina al compartir imágenes de lo que ocurre durante los ataques directamente desde la Franja de Gaza, llamó a la huelga global de “la vida económica y el movimiento cotidiano”, a lo que muchos activistas y organizaciones de derechos humanos han decidido unirse al #StrikeForGaza.
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