El 16 de enero, una bebé de cuatro meses, declarada muerta y revivida por paramédicos de Cruz Roja, se encuentra hospitalizada en estado grave.
Inicialmente sospechaban abuso sexual, pero un médico legista de la Fiscalía General del Estado descartó esta teoría, indicando que la pérdida de vida inicial fue resultado de broncoaspiración, no de abuso.
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En casos de pérdida infantil, los signos físicos a menudo malinterpretados como abuso sexual fueron explicados por el médico legista.
Sin embargo, tras minuciosas investigaciones, se confirmó que no hubo agresión sexual. Aunque el esclarecimiento descartó el abuso, surgió una nueva preocupación: una posible omisión de cuidados durante el proceso médico posterior.
La bebé, aún delicada debido a la broncoaspiración, requiere cuidados continuos, según reveló la carpeta de investigación. Permanece en terapia intensiva en el Hospital Materno Infantil.
