Un día de juego se tornó en tragedia en la colonia Moderna de Monterrey, cuando José Francisco, un joven de 14 años, falleció al caer desde una altura de aproximadamente 10 metros en una bodega.
Según relatos familiares, Paquito, como lo conocían, estaba jugando fútbol con sus primos cuando el balón se fue hacia la bodega. Al intentar recuperarlo, ocurrió el fatal accidente.
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A pesar de los intentos desesperados de su familia por ayudarlo, Paquito no sobrevivió a las graves heridas. Se dice que en sus últimos momentos, alcanzó a pedir ayuda, clamando “mamá, aquí estoy”, antes de que el silencio se apoderara del lugar.
Paquito, un estudiante de tercer año de secundaria, era descrito por su familia como un joven noble y con un futuro prometedor. Aunque no era muy aficionado al fútbol, disfrutaba pasar tiempo con sus primos jugando y compartiendo su pasión por los videojuegos.
