Durante los primeros 16 días de septiembre se ha registrado una alza de feminicidios tras sumar al menos 14 asesinatos de mujeres en Jalisco, en su mayoría en Tlaquepaque.
Además de las alertas de género en Jalisco, y de la creación de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres, que reemplazó al Instituto Jalisciense de las Mujeres, el Gobierno del Estado lanzó en abril medidas para erradicar la violencia contra ellas.
El Código Violeta consiste en poner mayor atención y acelerar el tiempo de respuesta ante un reporte al 911 por mujeres que sufren agresiones, así como refuerzos en las áreas de la Fiscalía que competen estas denuncias.
Otras de las acciones fue el garantizar refugio a mujeres rescatadas, servicios de contención emocional para hombres y mujeres, así como poner a disponibilidad al menos 4 líneas de teléfono para hombres hombres que sean agredidos.
La presidenta del Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas, María Chávez Gutiérrez, recalcó que los programas han resaltado su ineficiencia para erradicar la violencia estructural en la sociedad.
Señaló que faltan modelos transparentes de rendición de cuentas, para que los proyectos sean funcionales y se le hagan los ajustes en función de los números que presente.
“No hay la validación de los derechos, la manifestación más objetiva es justamente que la mujer en un sistema como el nuestro pierde incluso el derecho a la propia vida porque puede ser asesinada por cualquier persona y no se ha podido desalentar esa cadena de asesinatos.
“El mejor parámetro para ubicar si una política pública es efectiva tiene que ver con los resultados, aquí los resultados no han marcado diferencia”, estimó Chávez Gutiérrez.
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