El pasado 23 de junio agentes de Buffalo, Nueva York, acudieron a una llamada de vecinos por el pleito de dos familias.
Aunque la policía intentó apaciguar a las dos familias, una mujer hizo caso omiso de las órdenes de los oficiales, por lo cual decidieron arrestarla.
Sin embargo, la mujer intentó resistirse al arresto en varias ocasiones y llamó a su esposo, quien resultaba ser juez de la ciudad.
“Señora, si no deja de gritar, esto será un problema para usted”, se escucha en la grabación.
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Al notar el como uno de los agentes sometía a la mujer, el juez rápidamente empujó al agente entorpeciendo el arresto, mientras amenazaba con influencias al grupo de policías.
En un intento por intimidar a los uniformados con su posición en la ciudad, y señalando que sus familiares también eran agentes del orden, intentó tener un “trato especial”, pero lo único que logró fue que uno de los oficiales enfureciera y lo esposara para llevárselo a él y a su esposa a la Comisaría local.