César Augusto Leal Chapa, ahora exprofesor de la Universidad Autónoma de Nuevo León, fue despedido de su trabajo debido a lo que ha calificado como “linchamiento cibernético”, pues hace unas semanas te presentamos un video con el cual se hizo viral por el trato que le dio a un estudiante con Asperger.
“Este güey va a necesitar que le extirpen el cerebro”, se escucha en decir en la videollamada con su estudiante.
Te podría interesar: “No te chifles güey , pinch* burro”; maestro la UANL insulta a alumno con Asperger
Luego de percatarse del error, el profesor realizó una disculpa pública a través de redes sociales, sin embargo las agresiones de los usuarios continuaron durante días. A su vez, hubo algunos que defendían al profesor, argumentando que la vida laboral es mucho más dura que las palabras usadas por don César.
Te podría interesar: Maestro de UANL ofrece disculpa pública por llamar “pinche burro” a alumno con Asperger.
Te podría interesar: ‘Se ofenden por cualquier cosa’; defienden a maestro de la UANL que ofendió a alumno con Asperger
“El día de hoy se llevó a cabo la resolución acerca del incidente en el que fui involucrado, por parte de la Comisión de Honor y justicia de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, cuyo veredicto fue la terminación de mis funciones para ejercer como docente, por la cual me es triste informar el fin de mi trayectoria de más de 40 años”, declaró.
“Se ha cerrado un ciclo, pero como dice el dicho, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana e inicia un nuevo proyecto. Enfocarme en la investigación en electrónica, una oportunidad que se me brindará y obtendré todo el provecho posible”, refirió.
No obstante, a pesar de sus declaraciones, al maestro se le acusa de querer hacerse la víctima y se consideró una vergüenza que la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica lo recompensaran asignándole el trabado de investigador, el lugar de imponerle una sanción, señalando que Jesús, el joven que apareció en el video junto al docente, no había sido la única víctima de sus humillaciones.
