“Tras los hechos de Pasta de Conchos se esperaba que verdaderamente se hubiese hecho un esfuerzo porque las condiciones de trabajo en las minas mejorarán”, declaró el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, monseñor Alonso Garza Treviño.
De acuerdo con información de Rancherita del Aire, el líder católico realizó durante el pasado fin de semana una visita a la mina Micarán, ubicada en la comunidad de Rancherías, perteneciente al municipio de Múzquiz, Coahuila.
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Una vez que estuvo ahí, el Obispo declaró con tristeza que había podido constatar en carne propia dos realidades muy tristes que atraviesan los mineros y las familias de estos trabajadores.
“La primera es la de los familiares de los mineros y su fuerte sufrimiento, así como sus pocas esperanzas”, comentó el monseñor Garza Trevió, quien en todo momento buscó darles un consuelo religioso a las familias de los atrapados.
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“El segundo hecho que constaté, es la terrible situación que enfrentan algunos mineros al trabajar en esas condiciones”, agregó el Obispo, quien agregó que las medidas de seguridad que existían al interior de la mina era mínimas.
“Ojalá a partir de este nuevo accidente si cambien las cosas y las autoridades se pongan las pilas y verdaderamente luchemos por que haya mejores condiciones de trabajo en las minas”, finalizó declarando.
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