Ser madre a temprana edad es una de las alertas en las autoridades de salud, pues en el 2020, 163 niñas y menores de entre 10 y 14 años de edad dieron a luz, lo que puso en riesgo tanto la vida de la madre como del recién nacido.
De igual manera, se registraron 464 nacimientos de madres de 15 años, mil 6 nacimientos de madres de 16 años y mil 556 más en jóvenes de 17 años.
Muchos de los embarazos, explicó Katy Salinas Pérez, titular del Instituto Coahuilense de las Mujeres, son no deseados y aún así, hay casos donde las menores de edad vuelven a convertirse en madres por segunda ocasión; hay algunos en donde las jovencitas de 17 años llegan a tener hasta tres hijos.
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Y convertirse en madre a temprana edad trunca en la mayoría de los casos las oportunidades de las adolescentes de terminar sus estudios.
Aunado a lo anterior, generalmente también se topan con la falta de apoyo por parte de los padres de los bebés, que son también menores de edad, por lo que tienen que enfrentar solas la maternidad.
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Por su parte, en el Instituto Coahuilense de las Mujeres se imparten pláticas y con el objetivo de combatir el embarazo precoz.
“Son docentes que puedan replicar los temas fuera de las aulas, las charlas se llevan a todas las regiones, pero preparan también un recorrido en ejidos de Ramos Arizpe y Región Carbonífera, donde se encuentran la mayor parte de las jóvenes embarazadas.
Katy Salinas añadió que el personal de la dependencia visita a las futuras mamás en sus viviendas para ofrecerles información donde uno de los temas es que no vivan en un entorno de violencia: “Si va a estudiar, trabajar o qué servicio de salud tiene, lo que más facilite, pero que sepa que puede construir un proyecto de vida que le permita continuar creciendo”, señaló la directora.
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