Luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) expusiera que la inflación de México aumentó hasta el 7.3 por ciento, miles de personas comenzaron a caer en pánico y consideraron que la situación financiera del país continuaría fuera de control en el 2022.
Sin embargo, economistas especialistas en el tema han exhortado a la población en general a no ser tan pesimistas, pues los análisis realizados estiman que en el segundo trimestre del siguiente año se estaría presentando un descenso considerable.
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“Para 2022, el consenso anticipa 4.0 por ciento, lo que implicaría recortar la inflación casi a la mitad. No se trata de buenos deseos. Esa expectativa se puede sustentar al hacer una radiografía de los incrementos observados en noviembre”, precisó Enrique Quintana.
El periodista de El Financiero y economista explicó que el impacto más fuerte que originó el alza de la inflación fue el precio de la electricidad, el cual tuvo un incremento del 24.16 por ciento en el último mes.
“La razón principal de este brinco fue el cambio de tarifas de verano a tarifas de invierno en zonas del norte del país. Sin este salto, el índice hubiera sido de 0.74 por ciento, que sigue siendo alto, pero habría sido menor a los incrementos de 2018 y 2019”, agregó.
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“Si la relativa normalización del abasto y de las cadenas de suministro ocurre en la primera mitad del próximo año, veríamos con alta probabilidad un descenso del ritmo inflacionario. No sería una caída vertical, pero sí un cambio de trayectoria que quizás nos permitiera ver índices de 6 por ciento o menos en el segundo trimestre”, señaló Quintana.
“Como le he comentado anteriormente, lo mejor a lo que podemos aspirar en los próximos años es a concluir el sexenio sin una crisis financiera. Eso es lo prioritario”, finalizó exponiendo el columnista mexicano.
