El presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió una amenaza después de que Finlandia se uniera a la OTAN a principios de este año, anunciando un fortalecimiento militar en el noroeste de Rusia como respuesta.
Putin declaró: “No había problemas, ahora habrá problemas”, al anunciar la creación de un nuevo distrito militar llamado Leningrado en la región del noroeste, limítrofe con Finlandia.
Finlandia, que abandonó su política de neutralidad militar en abril tras la ofensiva rusa en Ucrania e ingresó a la OTAN. Por lo que Putin cuestionó este cambio, alegando que todas las disputas, incluidas las territoriales, estaban resueltas.
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“Arrastraron a Finlandia a la OTAN. ¿Teníamos alguna disputa con ellos? Todas las disputas, incluidas las territoriales de mediados del siglo XX, hace tiempo estaban resueltas”, afirmó el presidente ruso a la televisión nacional.
La respuesta de Rusia se dio después de que Finlandia cerrara su frontera con Rusia, acusando a Moscú de organizar una crisis migratoria.
Respecto a la OTAN, Putin aseguró que Rusia no tiene interés en luchar contra los países de la alianza y que no busca conflictos geopolíticos, económicos o militares. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que el mandatario no se detendrá en Ucrania si la ofensiva tiene éxito.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, destacó el riesgo de que la agresión de Putin no se detenga si tiene éxito en Ucrania.
